“El trabajo sonoro de Susana López encuentra complejo ser reducido y simplificado en una «versión minimalista» del género musical que aparece en su nombre artístico, Susan Drone. Si bien sí parte de una proximidad estética y procesual a estas músicas, parece más sugerente pensarlo junto con aquellos efectos —emocionales, físicos, reflexivos, etc.— que logra producir en la persona que lo escucha o en las colectividades que lo hacen. Sus referencias son, de hecho, la experiencia de la hipnagogia y otras alteraciones de la percepción humana, las cuales guían una labor en la que entreteje grabaciones de campo intervenidas, síntesis granular, voz transformada y otros procesos digitales. El resultado es una música que acompaña más que agrede, que acoge más que avasalla, que puede ser, si se quiere, ritual o hedonista.”  Alberto García Aznar.